Era un lunes de mercado del día 26 de abril de 1937, en donde el bullicio de las personas inundaba la plaza pública de Gernika.

A eso de las 4:30 de la tarde se empezaron a oír las campanas de la iglesia, señal de alarma, señal inequívoca que unos aviones se acercaban… De ahí al caos solo hubo unos instantes que se convirtieron en más de tres largas horas de un bombardeo sin igual.

Al parecer, el objetivo del bombardeo fue simplemente aterrorizar a la población civil y desmoralizar al bando republicano, pero lo cierto es que los 33 bombarderos de la Legión Cóndor (escuadrón de aviones alemanes que Hitler utilizo al servicio de Franco) llevan no sólo explosivos destructivos, sino también bombas antipersonales y también 2.500 bombas incendiarias.

Es imposible saber la cantidad exacta de muertos y heridos, existen muchas cifras, alrededor de 1,600 apuntan algunos, pero lo único cierto es que las guerras, hacen que la población civil siempre salga perdiendo…

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